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Rehabilitación Fijador Externo en Tibia

Sufrir una fractura de tibia y peroné no es algo que se olvide fácilmente. Los días de hospital, el dolor y, por supuesto, la cirugía para colocar un fijador externo son experiencias que dejan huella. A pesar de los primeros días de incomodidad, comencé a notar que la rehabilitación fijador externo es algo importante: la clave para una buena recuperación radicaba en el movimiento. En este artículo, voy a compartir cómo, a pesar de las dificultades, pude mejorar la movilidad de mi tobillo desde los primeros días, y cómo esto fue fundamental para lograr una rehabilitación exitosa. Además, profundizaremos en los ejercicios clave y las mejores prácticas que puedes seguir si te encuentras en una situación similar.

¿Qué es un fijador externo y por qué se utiliza?

Un fijador externo es un dispositivo ortopédico utilizado para estabilizar huesos fracturados mediante clavos o pines que se fijan a la parte externa del cuerpo. Este tipo de intervención es común en fracturas expuestas de tibia y peroné, ya que proporciona estabilidad mientras los huesos se curan. Aunque el fijador externo puede parecer intimidante al principio, es una herramienta crucial para permitir que los huesos sanen adecuadamente sin necesidad de inmovilizar completamente la extremidad.

La importancia de la rehabilitación con fijador externo

Después de una cirugía tan invasiva como la colocación de un fijador externo, es normal pensar que lo mejor es evitar el movimiento por completo. Sin embargo, lo contrario es cierto. Según mi experiencia y la recomendación de profesionales, la movilidad temprana es clave para evitar la rigidez articular, especialmente en el tobillo, que es una de las áreas más afectadas tras una fractura de tibia.

El tobillo puede perder movilidad rápidamente si no se trabaja desde el inicio. Durante mis primeros días tras la cirugía, me di cuenta de que si no movía mi tobillo, comenzaría a perder flexibilidad y fuerza. En ese momento, decidí iniciar ejercicios sencillos de movilidad bajo la supervisión de mi fisioterapeuta.

imagen de mujer realizando ejercicios de rehabilitación fijador externo

Fase Inicial (0-6 semanas)

  • Movimientos suaves y controlados, siguiendo las indicaciones del médico.
  • Ejercicios de movilidad pasiva y activa del tobillo y los dedos.
  • Contracciones isométricas para mantener la fuerza muscular.

Ejercicios de movilidad en la rehabilitación con fijador externo

Comenzar los ejercicios lo antes posible puede marcar la diferencia en tu recuperación. Aquí te dejo una lista de ejercicios que me ayudaron a mejorar la movilidad del tobillo mientras usaba el fijador externo:

1. Movimientos de flexión y extensión del tobillo

Uno de los primeros ejercicios que comencé fue mover el pie hacia arriba y hacia abajo, imitando el movimiento de acelerador de un coche. Este ejercicio es sencillo y se puede realizar mientras estás sentado o acostado, sin poner peso en la pierna.

2. Ejercicios de rotación del tobillo

Las rotaciones suaves del tobillo, en sentido horario y antihorario, ayudan a mantener la flexibilidad y a prevenir la rigidez. Este ejercicio es importante porque el tobillo tiende a volverse rígido si no se mueve adecuadamente durante la recuperación.

3. Elevación de la pierna con peso controlado

A medida que el hueso se va consolidando, puedes comenzar a realizar elevaciones de pierna. Este ejercicio se debe hacer con mucho cuidado y bajo supervisión, ya que puede generar dolor o tensión en la zona fracturada si no se realiza de manera adecuada.

4. Movilidad pasiva asistida

Si al principio tienes dificultad para mover el tobillo por ti mismo, puedes utilizar una toalla o banda elástica para ayudarte. Sosteniendo ambos extremos de la toalla alrededor de la planta del pie, puedes empujar y tirar suavemente para ayudar al tobillo a recuperar movilidad sin forzarlo.

5. Ejercicios de fortalecimiento del pie

Estos ejercicios se centran en mantener los músculos del pie activos y evitar que se debiliten demasiado. Puedes comenzar apretando una pelota de goma con el pie o haciendo presión contra una superficie firme, todo esto sin comprometer el fijador externo.

Ejercicios de Rehabilitación fijador externo que puedes Hacer

Después de una cirugía de fijador externo en la tibia y el peroné, la rehabilitación es fundamental para garantizar que tu pierna recupere su funcionamiento normal. Los ejercicios desempeñan un papel crucial en este proceso al prevenir la atrofia muscular, mejorar la circulación y acelerar la curación.

Rehabilitación, ejercicios y tiempo de recuperación

Claves para una recuperación efectiva

Mantén una actitud positiva

La recuperación de una fractura grave como esta es un proceso largo y doloroso, pero mantener una actitud positiva puede hacer que todo sea más llevadero. A lo largo de mi proceso, tuve días en los que sentí que no avanzaba, pero sabía que con paciencia y esfuerzo las mejoras llegarían.

Sigue las recomendaciones médicas al pie de la letra

Es muy tentador buscar atajos en la recuperación, pero hacer caso a lo que te indica el equipo médico es crucial. Las recomendaciones de los fisioterapeutas y cirujanos sobre cómo realizar los ejercicios y el manejo del fijador externo te ayudarán a evitar complicaciones y acelerar el proceso.

Alimentación adecuada para la recuperación ósea

Durante todo el proceso de rehabilitación, es vital mantener una alimentación rica en nutrientes que promuevan la cicatrización y regeneración ósea. En particular, las proteínas y los minerales como el calcio y el magnesio juegan un papel fundamental. También es recomendable añadir alimentos ricos en vitamina D para ayudar al cuerpo a absorber el calcio de manera más eficiente.

Posibles complicaciones y cómo evitarlas

El uso del fijador externo no está exento de complicaciones. A continuación, algunas de las dificultades que podrías enfrentar y cómo minimizarlas:

Rigidez en la articulación del tobillo: Si no se realizan los ejercicios de movilidad a tiempo, la rigidez puede volverse permanente o muy difícil de tratar más adelante. Es por eso que la clave está en comenzar con ejercicios suaves, como los descritos anteriormente, tan pronto como sea posible.

Infecciones en los sitios de los clavos o pines: Es importante mantener la zona alrededor de los clavos limpia y desinfectada. Esto lo hice aplicando antiséptico en las zonas recomendadas y asegurándome de que no hubiera señales de enrojecimiento o inflamación.

Pérdida de masa muscular: La inmovilización prolongada puede llevar a una pérdida significativa de masa muscular en la pierna afectada. Para combatir esto, además de los ejercicios de movilidad, incorporé ejercicios de fortalecimiento una vez que obtuve el visto bueno de mi fisioterapeuta.

Conclusión

La rehabilitación con fijador externo es un proceso largo, pero con paciencia y dedicación, es posible recuperar la movilidad y la función del tobillo. Los ejercicios de movilidad temprana son cruciales para evitar complicaciones y promover una mejor recuperación. A través de mi experiencia, aprendí que lo más importante es no desanimarse y seguir trabajando poco a poco cada día. Si estás pasando por una situación similar, te animo a que sigas estos consejos y mantengas una actitud positiva; tu cuerpo es increíblemente capaz de sanar, solo debes darle el tiempo y el cuidado necesario.